Casi una veintena de relatos para encontrarse con personajes que viven un mundo interior intenso. A través de la literatura, del juego de voces, de la alternancia de pensamiento y choque con la realidad, Isabel Huete nos compone un retrato colectivo de esos seres que cargan dificultades emocionales, sufrimientos que los hacen casi inadaptados, recursos para escapar de una existencia que no les satisface. Personajes que somos nosotros mismos o quienes nos rodean. Y lo hace con una brillantez narrativa irreprochable, que se ajusta tanto en la forma como en el ritmo a la intención de la escritura. Isabel Huete se ha parado, ha detenido su mirada y nos ha contado desde dentro tantas de esas cosas que todos hemos vivido y que no queremos decirnos, tantas de esas cosas que son nuestras paredes de cristal.
A lo largo de veintiocho capítulos, uno por cada letra del alfabeto, este libro, difícil de catalogar, describe situaciones y experiencias unidas a determinadas ciudades por las que el autor ha ido pasando –o quizás no– a lo largo de la vida. El lector, de esta manera, al hilo del relato de un viajero con su pipa, pasea por las plazoletas de Arles, esquiva los socavones de las ruinas de Beirut, descubre la miseria del centro de Johannesburgo, se pierde por las callejuelas de Kyoto, reniega de la comida inglesa en York y termina al ritmo algo descascarillado de la orquesta de un music-hall en Zaragoza. Aunque quizás se trate de un único y largo viaje, iniciado hace más de treinta años y todavía no concluido, donde se mezclan recuerdos difusos y certeras ensoñaciones, favorecidas éstas por el hecho de que el autor more en uno de los confines de Europa, allí donde tan fácilmente se mezclan realidad y ficción. De hecho, en esos extremos del continente, los textos se convierten en antiguos apenas publicados y, de tan raros, se transforman en cuentos que van y vienen desde Arles y Beirut hasta York y Zaragoza.
Confesiones, como su propio título indica, reúne textos autoconfesionales escritos por el genio lisboeta. La muerte, la locura, el sexo, su relación con los demás y consigo mismo, el dinero, las razones de su propia vida expresadas siempre desde una visión sagaz y con frecuencia paradójica consiguen un verdadero y exhaustivo mapa mental de Fernando Pessoa, un personaje complejo pero de una arrolladora lucidez. Un libro, pues, imprescindible para los ya conocedores del genio lusitano, así como una primera ventana para quienes por primera vez accedan a su mundo.
Datos
Autor:Fernando Pessoa Traductor y editor:Manuel Moya Colección: K2 Isbn: 978-84-949359-0-9 Nº de páginas: 172 Formato: 12x19cm P.V.P.:15€
Bueno, digamos que lo de Egisto y Clitemnestra estaba más que escrito, como también que mi hermano Agamenón, que no tenía un pelo de tonto, se presentase como se presentó, con la guapa Casandra y su bombo. En fin, ustedes ya lo saben, un lío de la hostia. A mí me tocó sufrirlo de cerca, por eso me cago en Paris y en toda su descendencia cien millones de veces. Si no hubiera armado la de Troya con mi amada Helena, todos hubiéramos estado tan contentos, matando jabalíes y persiguiendo semidiosas y esclavas por los bosques de laureles. Pero tuvo que venir ese lolailo de Paris para que se liara la de Dios es Cristo. En fin, en cuanto aparecieron los paparazzis con el tal Homero y Eurípides a la cabeza, ya estuvimos en boca de todos. Así, se lo juro, no hay quien descanse.